La pregunta es... ¿Cuál es el juego final de Vasili? ¿Me destruirá de nuevo o seré el Fénix que resurja de las cenizas que dejó y tomaré lo que siempre he querido? A él.

Luciano Vitale.

Cruel. Implacable. Despiadado.

Un criminal. Un monstruo. Un asesino.

Bellezas y mafiosos nunca estuvieron destinados a estar juntos. Y aun así me enamoré de él, solo para ser destrozada. Lección aprendida.

Escapé con nada más que la ropa que llevaba puesta y mi mejor amiga a mi lado. Nos escondimos a plena vista y empezamos una nueva vida.

Justo cuando la vida volvía a ser normal, nos encontraron. Arrastradas de nuevo al inframundo.

Esta vez lo que está en juego es mucho más importante. Fallar no es una opción.

Si solo no fuera mi perdición.

Nico Morrelli.

Mi chantajista.

Un mentiroso.

Le robé.

Y cuando vino a cobrar, el dinero había desaparecido. Lo utilicé para tratar de salvar a alguien que amaba, pero aún no era suficiente.

Ahora Nico Morrelli me está chantajeando por el dinero que tomé. Es despiadado e inflexible.

Un lobo con traje de Armani.

El hombre hace que mi cuerpo anhele la sumisión. Sin embargo, puede costarnos todo a mí y a mis hijas. Cuando me obligó a adentrarme en el inframundo, destruyó los sacrificios que mi familia hizo para mantenerme a salvo.

No puedo convertirme en una herramienta para su venganza. Porque lo que está en juego es mucho más importante. A medida que mis secretos se revelan, ya no estoy segura de en quién confiar.

Si solo mi corazón no lo deseara tanto.

Cassio King.

Mi salvador.

Mi enemigo.

El hombre acechaba en las sombras de mis sueños. Se suponía que se casaría con mi prima.

Sin embargo, aquí estaba yo... ocupando su lugar.

He odiado a la familia King desde que tengo uso de razón. Ciertas cosas son imperdonables. Pero hay más en Cassio de lo que se ve a simple vista.

¿Podría encontrar mi felicidad para siempre y vengar el daño que su familia nos había hecho a mí y a mi padre?

Alexei Nikolaev

Bendecido con el rostro de Adonis. 

Maldito con ojos más fríos que el Ártico y un pasado del que no puede escapar.

Su historia es tan trágica como un cuento de Dostoievski. 

Lleva años en el punto de mira del FBI, pero siempre se las ha arreglado para estar un paso por delante y fuera de su alcance. 

Cuando me veo obligada a trabajar con él, un fuego se enciende y la situación se descontrola. A pesar del deseo que despierta su cuerpo apetitoso, cubierto de tatuajes, la desconfianza entre nosotros es profunda. 

No obstante, si no aprendemos a trabajar juntos y a confiar el uno en el otro, ambos estaremos muertos.

Raphael Santos.

Un criminal.

El diablo.

El hombre era sin lugar a dudas suave y carismático.

La forma en que me miraba me hacía temblar, pero sus ojos hacían temblar algo muy dentro de mí.

Lo odiaba con cada fibra de mi ser. Su familia destruyó la mía. Su padre inició una reacción en cadena que nunca pudo deshacerse. La familia Santos dominaba el inframundo de Florida. Eran poderosos, perversos y despiadados. La mía había gobernado una vez D.C.

Él puede tener secretos, pero yo tengo mis propios secretos. Un niño inocente al que protegeré con mi último aliento. Mi hijo.

Raphael concibe un plan para conseguir lo que ambos queremos, y sin ninguna otra opción, acepto a disgusto. Incluso si sé que habrá consecuencias independientemente del resultado.

Pero en su oscuridad, un fuego arde con más fuerza. La pasión crece con fuerza. El amor se hace más fuerte.

Ahora, no tenemos otra opción que terminar esto.

Juntos.

Sasha Nikolaev.

El mafioso desquiciado.

El engendro de Satanás con ojos azules pálidos.

Le hice una promesa hace años. De acuerdo, solo lo hice para que me besara. Pero fue una promesa hecha de todos modos. Así que esperé. Y esperé un poco más.

Nunca volvió para cobrar. Así que seguí adelante.

Jamás habría pensado que lo vería el día que caminaba hacia el altar.

Excepto que allí estaba él, esperándome en los bancos. Sasha Nikolaev.

Cuando me arrebató en medio de la ceremonia, para que todo el mundo lo viera, la mierda golpeó el ventilador. Dijo que yo tenía una deuda que pagar. Mi familia prometió represaría. Mi prometido hizo lo mismo.

Y ahora, nada volverá a ser igual.

Luca King.

El notorio playboy.

Un maestro en las aventuras de una noche.

Mi constante sombra.

Dondequiera que fuera, él siempre estaba allí. Hasta que dejó de estarlo. Una noche salvaje en una fiesta de disfraces fue todo lo que se necesitó. Me quedé embarazada, rompí mi compromiso y fallé a mi familia.

Y la peor parte.

No tenía idea quién era el padre de mi bebé. Solo tenía una pista. Un piercing Príncipe Alberto. No es exactamente una prueba irrefutable.

Mis padres me desheredaron después de negarme a casarme con los candidatos que me presentaron. No fue mi culpa que me volviera temerosa con las armas. Los últimos cuatro hombres que conocí terminaron muertos. Era más seguro tener este bebé por mi cuenta.

Nuestro mundo era peligroso. Y sin la protección de mi familia... se me estaba acabando el tiempo.

Así que no tuve más opción que desaparecer, sin dejar rastro alguno de mi destino.

Eso fue hasta que Luca King me encontró en mi peor momento.

Tal vez debí esforzarme más en mantenerme oculta, porque él seguramente sería mi destrucción.

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